viernes, 26 de septiembre de 2014

El acervo

En una computadora suena George Michael y en otra Gloria Gaynor. Acompañan al murmullo lejano que producen los del laboratorio digital, choques de latas de metal que resguardan múltiples rollos de películas de treintaicinco y dieciséis milímetros. Una mujer, fea, hipócrita, amargada y de mediana edad, voltea varias veces, a lo largo del día, a verme a mí y a mis compañeros. Su vida es aburrida y parece interesarse en la nuestra más allá del mero chisme. Las risas de los revisadores no permiten que uno escuche el final de los albures que dice Beto, un gracioso técnico. ¡Y eso que tienen la puerta cerrada! Por la tarde, el ruido disminuye al igual que el personal que se libera de sus actividades a las tres de la tarde. Para el turno vespertino, sólo quedan tres o cuatro revisadores, dependiendo el día, que escuchan a un moderado volumen canciones de la Sonora Santanera y demás grupos del estilo y época.

Suena, también, la fricción de películas en los platos de aluminio de las enrolladoras de las mesas de los revisadores. El rumor que produce cada bobina es único; con el sólo sonido, un avezado oído es capaz de distinguir si el rollo montado es de dieciséis o treintaicinco milímetros y hasta si se trata de un material de acetato o poliéster en plena revisión.  Algunos de esos artefactos, las enrolladoras, tienen más de treinta años trabajando y ¡quién sabe cuántos miles de kilómetros de película habrán pasado por ellos! Si una película, de treintaicinco milímetros, con una duración promedio de aproximadamente hora y media mide casi dos kilómetros y medio de largo, compuesta por varios rollos, el material que tenemos en el acervo de la Cineteca Nacional de México debe ser suficiente para tejer un puente que nos lleve a la Luna, y no a la que Méliès disparó en el ojo.

Los cintotecarios1 siempre tienen su fiesta. Los hay muy variados; uno que es viejo y tiene muchos chistes que le califican de pierde-amigos, otro que tiene que ver con todos y sabe todo sobre futbol y el tercero, que es gay, bien perra y es mana del manantial. Es el último con el que mejor me llevo.
Si hay algo que me gusta del acervo son los olores. El olor a vinagre que infecta a algunas películas, la resequedad del aire acondicionado de las bóvedas, el olor a pasto húmedo en el exterior, la peste a cable viejo que se desprende de las moviolas cada vez que montan y corren una película en ellas, el perfume del amarillento papel rancio del archivo que se confunde con el de las librerías de viejo, el vapor de mantequilla y palomitas que se escapa desde la dulcería y se atreve a venir a visitarnos y el café que varios bebemos.

Cuando uno entra al acervo, lo primero que se ve al fondo es un cuarto cerrado con los revisadores trabajando. Anaqueles de metal con cientos de latas de metal y envases de plástico, de mil y dos mil pies, conteniendo rollos y rollos de película. Algunos filmes han sido abandonados por distribuidoras, embajadas y otras instituciones con funciones parecidas a la nuestra. En lo personal, me fascina expropiarlas por abandono (EPA) y hacer que pasen a formar parte del tesoro fílmico que resguardamos. También, casi en la entrada, se pueden encontrar a dos risueñas, bondadosas y agradables secretarias. Una está casi por jubilarse y la otra, que es psicóloga, no tarda mucho en hacerlo.

En los seis años que llevó aquí, que es lo más que he durado en nada, he visto un cambio de jefaturas, dos cambios de dirección general, tres jubilaciones por parte de revisadores, cambios de personal a otras áreas, varios fallecimientos y enfermos que luchan contra el cáncer.

A mi Cineteca, que es tan mía como un lugar al que se le puede llamar hogar, se le ha hecho daño, se le ha modificado, se le ha ensalzado con visitas de presidentes, embajadores y astros del cine. Figuras como Sofía Loren, Willem Dafoe y hasta Andrés Bustamante visitan nuestra institución para presentarse en eventos, homenajes y estrenos. El maestro Jaime Humberto Hermosillo se pasea frecuentemente entre la librería y la entrada a las salas. Óscar Menéndez, el documentalista, viene al acervo para verificar el avance sobre la digitalización de sus películas. A Óscar le gusta llamarme primo, por ser también Menéndez.

El gusto del público por la Cineteca va por modas. Lo que sí, nunca faltan los miles de visitantes en los fines de semana de la Muestra internacional de cine. Ojalá, y lo digo con todo el corazón, esta Cineteca dure muchos, muchísimos, años más


1Cintotecarios: Como “bibliotecarios” pero con cintas, con film o película. Se ha pensado cambiar su título a “custodios fílmicos”, pero no hay romanticismo en dicho término.

martes, 2 de septiembre de 2014

Viento en popa

Aunque viente de pompa hubiera sido mejor título, no suelo ser siempre tan escatológico (y no me refiero a las postrimerías de ultratumba).

Satanás Opina, Con EL Libro Enfrente (SOCELE) sigue en pie para presentarse a finales de octubre en El Hijo del Cuervo en Coyoacán. Ya nos encontramos ensayando para dichoproyecto y, si las cosas salen bien, tendremos mucho trabajo y mucho entretenimiento para ofrecer.

Los planes de vida van bien.

Y, continuando con esto  de las ilustraciones, la última imagen que realicé está basada en la Refinería Marsh del universo de H.P. Lovecraft. Se puede ver aquí abajo↓



sábado, 19 de julio de 2014

Viernes

No me he ido a dormir y para mí es viernes aún.




La película que vi en la Cineteca hoy fue muy buena: La leyenda de la serpiente blanca. Es la primera película japonesa de animación a color, curiosamente, es una leyenda china. Los japoneses la hicieron como una reconciliación con el pueblo chino.Narra la historia de un amor perdido que se reconcilia al final. 


La compañía fue mejor. Luego cenamos y fuimos a pasear a Chirpa.

jueves, 17 de julio de 2014

OK

OOOOOOKKKKKKKK!!!!!!!

Hoy fue el último día del curso del CONOCER. Hay miedos porque no se acredita uno con ir al curso y ya. Aún hay que evaluarse como evaluadores y, posteriormente, como expertos en cuidado de material fílmico.

Definitivamente, el curso fue una buena experiencia. Fue divertido y, caminar hasta Barranca del muerto en las mañanas, y de regreso por las tardes, me hizo conocer lugares muy agradables. El martes tomé el metro y le perdí el miedo ¡YEY!

Mañana vuelvo al trabajo normal, que lo extrañé, y creo que el ambiente va a estar un tanto tenso, no para mí y no en mi contra.

Hay algunas coas que aún me faltan pero voy bien, feliz. He vuelto a cantar.

lunes, 14 de julio de 2014

Fin del fin de semana

Hoy pasaron cosas difíciles y buenas.

Hablé con mi hermano para que deje de preocuparse por mí, de todos, es que lo hace de la manera más madura. Luego hablé con Satanás (el de Satanás Opina). Posteriormente mi madre. Falta el Chato y mi padre.

Siguen saliendo ideas para el teatro, no puedo esperar que sea martes (y tampoco jueves, que ahí se solucionarán varios asuntos).

Sigue saliendo todo y los colores... los colores se ven tan brillantes ahora. Se siente bien saber lo que ahora quiero (ya era hora). Da miedo, sí. Pero como no sé si ganaré o no, mejor me arriesgo.

Por otro lado, me dio gusto que Alemania ganara el mundial, se lo merecen. ¡Felicidades!

domingo, 13 de julio de 2014

¿Temporada?

Es posible que las obras de teatro de terror se vuelvan una temporada. ¡Ah! Y también ha salido otro proyecto, de espectáculo, que va sobre vampiros urbanos.Me encantan las historias de terror y no puedo esperar a que comiencen los ensayos. Luego, la montada en escena y, finalmente, el estreno y sus presentaciones posteriores habituales.

Comienzo a recordar la adrenalina que uno libera antes de salir a escena. Y no es que a uno le de miedo actuar o pena, son los nervios de no saber cómo va a resultar esa función, por más ensayada que esté.Tiembla la voz, las rodillas se vencen, una voz interior dice que -¡No, no, no! ¡Es mala idea!-, El corazón se acelera, cuesta respirar, las pupilas se dilatan, las manos sudan y, al salir finalmente al escenario, todo eso se queda atrás como un abrigo del que uno se despoja y tira al suelo hacia atrás.

Todas estas cosas me hacen feliz y me alejan, cada vez más, de llegar a ser un viejo rancio o lastimero.Uno crece y se desarrolla parea ser feliz y realmente, lo que pasa, es que uno se da cuenta de sus errores. De ellos se aprenden y se evitarán otros a futuro para, al fin y al cabo, llegar a una felicidad de las muchas que la vida ofrece. A veces, sí creo que sea sólo un destino y la gracia de llegar a él es el camino que se decide recorrer para alcanzarlo... que todos tienen algo bueno y pueden dejar recuerdos maravillosos.

martes, 1 de julio de 2014

Lo que no debo leer

Acepto que nunca había leído una novela de Anne Rice... no lo vuelvo a hacer.

Hace poco, acaso un mes o mes y medio, me encontré varios PDFs de la escritora en mi colección digital. Abrí el archivo de La momia y leí unas tres o cuatro páginas. El comienzo estaba bien; un arqueólogo descubría una tumba nueva y su sobrino, un interesadote y alcohólico apostador, le presionaba para conseguir parte del dinero de la herencia. Estaba el tema nadando en intereses míos. Dije -De ahogados al río- y seguí leyendo la novela hasta la última página digital.

¡Oh sorpresa! La historia se torna en un ir  y venir de celos y romance entre Ramsés (EL MALDITO) y la hija del arqueólogo. Sólo falto que Ramsés brillara como los vampiritos de la saga Crepúsculo, de la "escritora" Stephenie Meyer. !Oh, pero brilla! Bueno, no brilla por la gran cantidad de productos metrosexuales que cubren su piel como la del afeminado Edward Cullen, pero sí tiene un brillo mágicamente atractivo.

Si bien la novela de Rice es anterior a la saga de Meyer, resulta casi imposible sentir las arcadas producidas por tanta miel existente en un lugar en donde debe de haber terror y sangre.

Recomendaría quemar todos los libros de Rice y de Meyer pero no faltaría el tarugo que me etiquetara de Nazi quemando libros judíos, aunque haya sangre judía en mis venas. Por lo tanto, mi consejo es que, si usted ya leyó a ambas escritoras y le gustaron: Dese un tiro. Si sólo ha leído una y la ha disfrutado: Lea a la otra y siga los pasos del primer consejo (el de darse un tiro. Lo repito porque, seguramente, ha de ser usted muy bestia). Si leyó alguna de las dos y no le gustó: No lea a la otra autora. Si no ha leído a ninguna: Vaya a una librería y pida que le den cualquier libro que no se de esas "escritoras".


lunes, 23 de junio de 2014

Ilustrado

Ilustrado, sí. Y no sólo de pensamiento sino, también, digitalmente. Poco a poco se va notando el avance y el desarrollo de "ojo".


Cementerio


Patio

Nuestro señor Cthulhu


Angel de piedra

Look at all the fhtagns I give...

Se describe solo.

lunes, 28 de abril de 2014

Siguiendo.

Continuando la práctica de ilustración digital, ahora me fui por algo arquitectónico. Ya pensando mejor los trazos, pude hacer algo más definido y con mejores iluminaciones. Son las tres últimas etapas. Sólo puse más colores, arreglé grietas y un piso que se notaba algo aguachinado.  











lunes, 14 de abril de 2014

De Arte digital a Satanás Opina

Los meses siguen pasando y los proyectos avanzando.


Satanás Opina va viento en popa como viento que sale de pompa. Ahora, para complementar las historias, he decidido comenzar a practicar el arte de la ilustración digital. Si tengo una letra espantosa, dibujo no mal pero sí distinto, la ilustración digital ha sido un reto. Ana me ha ayudado mucho compartiéndome a ratitos porciones de su sapiencia. Muestro las primera imágenes que he realizado:

Ilustración de humano asustado
Primera ilustración de un ser vivo: Humano.

Segunda ilustración: una columna de mármol negro con picos en la base.

Tercera ilustración: Caverna. Ya se le insertaron las dos imágenes previas.

Sorprendentemente, el resultado fue de mi total agrado. Claro que tiene muchos detalles en los que aún he de trabajar. Lo que realmente me enseñó este tipo de trabajo fue que puedo hacer lo que yo quiera, ahora sólo falta que quiera hacer todo lo que pueda; voy a hacerlo.
Finalmente, pudimos editar el primer video con Satanás frente a la cámara. Aprovechando que mis señores padres andan de activistas, les entrevistamos en el minúsculo estudio de Satanás Opina. La entrevista fluyó rápida y eficazmente. De igual manera, mis padres fueron entrevistados en una estación de radio y fue una excelente oportunidad de utilizar mis tres cuentas de twitter para divertir a la gente. ¡Cómo me gusta hacer reír a las personas! Cuando logro que alguien ría, me siento menos infeliz. Así como hay gente que es amargada y goza haciendo a los demás miserables, conmigo pasa lo contrario. Dejo también el video que hicimos para satanasopina.com 





jueves, 10 de abril de 2014

Restaurando a mi madre.

Mi madre, que es muy mona, subió a su FB una imagen de cuando era una niñita. La foto, como era de esperar, ha sufrido el paso de los años; arrugada, sucia, con pequeños pedazos levantada, etcétera. Mi labor, que se vio inspirada por mi amor al Photoshop, requirió a penas unos cuantos minutos. Me encanta la labor de restauración fotográfica por medios digitales. Creo que lo podría hacer gratis. Espero que mi familia me pase todas las fotos digitalizadas que existan de nuestra familia. 

Foto original.

Foto retocada

Foto coloreada
A quien conozca a mi madre, podrá darse cuenta de que no ha cambiado tanto.

lunes, 24 de marzo de 2014

Trigésimo segundo aniversario "luctuoso" de la Cineteca Nacional.

Hoy, hace treintaidós años, ocurrió el incendio que terminó con la antigua Cineteca Nacional de México.


La antigua Cineteca, que es como se le conoce hoy en día, estaba ubicada en la actual cede del Centro Nacional de las Artes (CNA) que se encuentra en la esquina de la Avenida Río Churubusco y la Calzada de Tlalpan. Con una corta vida, el veinticuatro de marzo de mil novecientos ochentaidós, estalló en llamas. Podrías contarles la historia oficial pero les resultará más fácil apegarse a lo que cuentan los libros y la mayoría de las páginas de internet. Yo prefiero contarles las versiones que he escuchado directamente de varios sobrevivientes; los revisadores fílmicos que están a mi cargo y que tienen ya más de treinta años laborando en la preservación fílmica de ésta noble institución.

Irma, mi madrinita, trabajaba en aquellos años en la dulcería de la antigua Cineteca. Me contó que se escucharon varias explosiones y luego comenzó el fuego. Que, según creen todos los trabajadores que estuvieron presentes, fue provocado directamente por gente de la presidencia. También se cuenta que Margarita López Portillo, hermana del presidente José López Portillo, a la que se le creó el comité Radio, Televisión y Cinematografía para que pudiera controlar los medios, era una persona de lo más corrupto que sustraía a voluntad películas para verlas en la comodidad de su casa; cintas que jamás volvieron (cosa que tampoco me es tan ajena; en la administración de Paula Astorga, la directora pedía películas al acervo sin salidas oficiales. Siempre me negué, pero poco importa la opinión y deseos de un empleado honesto ante la gran corrupción que inunda nuestre institución.) . Otras fuentes aseguran que Margarita mandó a provocar el incendio para desaparecer pruebas de los abusos que cometió en su cargo. Existe, también, la creencia de que la presidencia ordenó incendiar la Cineteca para desaparecer varios e importantísimos rollos… de los que se habla en el documental de “Los rollos perdidos”.

Como fuera, ese lunes no se presentaron a trabajar la mayoría de los jefes, de los directores ya ni hablar. El día transcurría normal hasta que, a las 18:30 horas, cuando se proyectaba La tierra de la gran promesa (Andrzej Wajda, Polonia, 1974), se escucharon varias explosiones. Después vino el humo, que fue seguido por grandes llamas durante más de dieciséis horas. Cuentan los revisadores que, aunque la versión oficial haya sido de menos de tres muertos, vieron cómo muchas personas se quedaban envueltas entre las llamas y otras eran aplastadas entre los escombros. Mis revisadores estiman más de veinte muertes. De los miles de rollos que se perdieron, en la actualidad, seguimos encontrando latas con vestigios de haber sobrevivido al incendio.


Uno de los mayores problemas fue que había material de nitrocelulosa mezclado con acetato y poliéster. El film de nitrocelulosa, al que se le conoce normalmente como “nitrato”, es altamente volátil e inestable; al encenderse libera su propio oxígeno, creando unas llamas incontrolables de varios metros. Nada apaga los rollos de dicho material; ni sumergiéndolos en agua.


jueves, 13 de marzo de 2014

Los días pasan y los proyectos de acumulan.

Sin embargo, encontrarme a diario unos  obligados minutos para escribir me ha ayudado mucho. Dejo de lado las cosas que me parecen negativas, tengo más energía.

 Las actitudes que tiene cierta gente, y que yo no ando con un humor como el suyo, me han hecho ver lo sin ley que está este país. La noche del martes, un viejillo taxista se pasaba el alto, a dos kilómetros por hora, hasta quedar sobre las líneas del paso peatonal. Yo, incrédulo, me asomé por la ventanilla del copiloto y le dije a un buen volumen “¿Qué haces?”. Sólo pude ver manoteo dentro del carro. Me vi obligado a pasar por detrás del taxi y, cuando lo hacía, solté un manotazo sobre la luna trasera del Corsa en cuestión y se asomó de la ventanilla la cara de un viejito Duvalín®, es decir con vitíligo. Comenzó a proferir unas mentadas tan simples que más risa inspiraban a enojo. EL anciano, seguro descendiente de léperos, arrancó y dio una mala vuelta en U para retomar avenida Churbusco, rompiendo nuevamente varios puntos del reglamento de tránsito. Al pasar de nuevo frente a nosotros no fue para más que decir “¡Güebos!”


Llegando a casa, Chirpa, también conocida como das infernalische dachshund, comenzó a agitarse cada vez más y más. Los ladridos ya eran campanazos en los tímpanos; las uñas ya habían dejado en mi piel surcos que a la orilla se rodeaban de ligeras montañas inflamadas y rojas, hinchadas por la alergia; las caras ya estaba cubiertas de arañazos. Tuve que mandarla a su cuarto y hablar con ella. De chiripa quizá, la perra entendió y se calló.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Los días cortos.

Durante los últimos  días me he confrontado de manera escalofriante a la pereza. Menos mal no ha sido por parte mía. Muchos de los proyectos que tengo se han visto retrasados por causas ajenas a mí. Si bien mi situación financiera no es envidiable, la falta de tiempo me tiene ahogado. Encuentro los días muy cortos, cada vez más.

Menos mal, para el proyecto de satanasopina.com, cuento con el apoyo de Rubén que se puso las pilas. Él es la imagen principal de satanasopina.com. Yo, por mi parte, me he dedicado a escribir todas las semanas cuentos para la página, hacer las imágenes, diseños y videos. Diego, mi hermano, aunque no es su proyecto, ayuda de vez en cuando con lo que puede y sabe hacer. Alfredo, alias Merrin, tampoco tiene tiempo suficiente para dedicarle a satanasopina.com . Ana, alias pimpollo, me dijo que, aunque los demás no tengan tiempo o ganas, yo me arranque por mi cuenta con los proyectos que tengo pendientes.

Ayer, lunes once de marzo del 2014, Rubén, Diego y yo nos fuimos al estudio de satanasopina.com para filmar la primera cápsula de lo que se llamará “Rapidín con Satanás”. Al ser sólo una parte del proyecto, es más flexible y no necesitamos comprometernos a publicar un video en algún día de la semana o mes fijo. La serie ya viene, espero.



Ana me ayudó a conseguir buenos precios para los diseños de camisetas para satanasopina.com

Y, cabe mencionar, nadie es obligado a participar en proyectos conmigo. Uno que se traduce en $$$$ tampoco fue tomado en cuenta por alguien, pero otra persona lo tomó. Así se nota a quién le interesa trabajar.

Les dejo un video:



)

miércoles, 5 de marzo de 2014

Musicoterapia

Se me ha encargado conseguir o componer y grabar música para ayudar a pacientes de oncología a hacer más soportables sus sesiones de quimioterapias.

Pedí ayuda a un amigo y éste se mostró desinteresado. Hay dinero de por medio pero, como por fin tiene una oferta de trabajo, que no salió a buscar, no le importó. Se mostró frío y, cosa que hace cuando ya tiene lo suyo, egoísta. Dijo que no tenía el software adecuado. Le dije que podríamos hacerlo de noche, cuando yo volviera del trabajo y él hubiera terminado con la propuesta que debe de presentar en los días próximos. Ante su desidia, largas y negativas, decidí mover el proyecto con mi hermano. Es impresionante que, cuando se tienen ganas e interés económico, las acciones se convierten en resultados inmediatos. 

En menos de lo que se canta La Traviata, mi hermano y yo ya teníamos las cotizaciones pertinentes y la música ya estaba en en vías de análisis para ver si era la indicada. Después de hacer una depuración, quedaron algunas relajantes piezas que sí ayudan a relajar los músculos y hasta poner la mente en blanco.

El resto del día lo pasé analizando las piezas.


jueves, 27 de febrero de 2014

Un poquito variado

Anoche, la casa quedó más despejada. Las cosas que estaban junto a la entrada ya están en el cuarto de Isshat. Le dije que su cuarto parece el de alguien que se acaba de mudar, que lo organice para evitar depresiones. Moví de lugar el burro de planchar, que se ha usado como mesa de trabajo de perlers (artesanías, muy chidas, de mi novia para la tiendaHama), área de preparación de huerto casero, apoyo de deshidratadora, etc. Estaba muy sucio, lo limpié, doblé y guarde en mi cuarto. La plancha se fue al clóset.
Mientras escribía, escuchaba un programa de radio en internet. El programa es de Poncho, ya mejoró el audio respecto al día anterior. Me resultó divertido y me complació con una petición musical; Lamb of God – Redneck.

Chirpa, mi perrita salchicha miniatura, me engañó en la madrugada. Normalmente, al igual que yo, el frío la molesta a las cinco de la mañana. Hoy, a las tres, me despertó chillando para que la subiera a la cama. Después de salirse con la suya, fue a dormirse dentro de las sábanas a la altura de mis piernas. Una hora más tarde, unas diminutas y afiladas uñas golpeaban mi cuerpo tan rápido y doloroso como una granizada que se estrella sobre el cráneo de un calvo. El perro juguetón tuvo que ser bajado a su cama. Impresionantemente, entendió el gesto a modo de regaño (sin un dar un grito, un gruñido o pronunciar un simple no) y se tapó solita con la cobijita que le tejió su mamá. Y a mí, nadie me teja mi gorro/máscara de Chtulhu.

La máscara en cuestión.


Los sueños:

 Otra vez, como hace mucho no lo soñaba, me vi entre las copas de unos árboles enormes de los que pendían primitivas plataformas hechas con madera y cuerda. Un grupo de seis hombres, ataviados con taparrabos y finos tocados forjados en metal en el pecho, caminaban por las plataformas custodiando una esfera flotante que brillaba en todos los colores. La luz que emanaba centellaba tan rápido que no se podía distinguir el tono en turno que titilaba. Después de andar unos metros, entraban a una pequeñísima choza construida aprovechando un hueco de un árbol. En el interior, al centro, una base de madera servía para que la esfera se acomodara por sí misma a descansar. Los custodios comenzaban a realizar unos cánticos y las luces de la esfera comenzaban a dispararse en todas direcciones, acelerándose cada vez más. Cuando las estructuras comienzan a vibrar y desbaratarse, se produce un sonido parecido al de las turbinas de los aviones. Es en ese momento, cuando el sonido es ya inaguantable, que siempre me despierto.


Luego soñé que la ciudad estaba desierta, derruida. El sonido del viento golpeaba mis tímpanos y el café rojizo atardecer deslumbraba mis pupilas. Caminaba a solas pero con el sentimiento de estar siendo observado. Cuando pasaba al lado de una construcción derrumbada, alguna que había quedado tirada como rampa improvisada de escombro, pequeños trozos de cascajos rodaban desde lo alto, como si hubiera alguien escondiéndose mientras me observaba desde las alturas de las ruinas. Los escenarios urbanos destruidos, abandonados o post apocalípticos , son algo recurrente en mis sueños.

Ya pasando al día de hoy, teminé mi trabajo a las nueve de la mañana con cuarenta minutos. Nótese que mi entrada, a pesar de ser a las nueve, fue a las nueve con doce minutos. Aproveché mi tiempo para photoshopear, cosa que había olvidado cuánto me encanta hacer. Dejo unas muestritas:



Cazadores de Choros
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Para ver más imágenes de mis capacidades en Photoshop, recomiendo visitar http://www.satanasopina.com/

Aproveché de comer cuatro taquitos de birria...

Resumen: el día fue bueno.




miércoles, 26 de febrero de 2014

De visita en los Laboratorios Churubusco

EL día de hoy transcurrió rápido.


Fuimos, en una especie de visita guiada escolar en la que no había estado hace muchos años, a los Laboratorios de los Estudios Churubusco. Desde que salimos, la diversión se anunciaba. Éramos, montados en una pequeña van de la Cineteca, nueve trabajadores de la Cineteca Nacional de México y un servicio social, la decena trágica. Desde la secretaria malvada, pasando por el revisador mitómano, a el cácaro estrella, todos íbamos alegres. El de la ventana de al lado, me hizo notar la panza de cierto conductor (o momia china). La diversión se confirmó:


Luego, se nos dio un tour físico y explicativo muy interesante, aunque también me hubiera gustado escuchar más sobre la historia de los laboratorios que se nos mostraron.

Revisadora de cine
Moviolota

El interior de una máquina reveladora (no revela el futuro)

Parte de la reveladora.

Sí, como con los que jugabas de pequeño.

El laboratorio... parece de película de ciencia ficción con horror.

Máquina para poner las luces.

Aquí se imprimen las películas.

Luces bonitas e hipnotizantes.


Luego fuimos a los tacos Los Güeros, esos que están por la calle de Moras a casi dos cuadras de Churubusco.

Aquí el regreso a la Cinetecaa.


Extraño al pimpollo.

De vuelta y con ánimo

Resulta ser que la realidad, de nuevo, supera a la ficción.


Inmerso en extraños sueños, incluso en los que he sido torturado y poseído, me he encontrado a últimas fechas confundido. Posiblemente sea la época del año en la que siempre me pase. No recuerdo los sueños de fechas parecidas en años anteriores.

De febrero a marzo me pongo tenso, sensible y perceptivo; eso sí lo sé. No son mis mejores meses y, este año, por si fuera poco, me doy cuenta de que, creo, soy anoréxico. Todo el mundo me ha dicho que me ve más delgado pero yo me siento gordo, flácido y obeso. Quizá obedezca a lo gratificante que es saber que puedo llevar a mi cuerpo al peso que deseé (no llegando a entender a la gente que no puede bajar de peso aunque, explicándolo de la manera más sencilla y posible, seguramente es  pereza lo que los invade) o al trauma que me quedó de haber vivido con una persona obesa, proveniente de una familia de obesos. Aclaro que no tengo nada en contra del sobrepeso a no ser, claro, que lo padezca yo.

Vuelvo con más ganas de escribir, eso es bueno. Pasé cosas terribles el año pasado de las que, sepa quién sabe el porqué, no me avergüenzo. Dejé el alcohol y así como lo hice deseo que le siga el tabaco. Ése sí que es adictivo y se debería de prohibir. Escribo a diario por gusto o por obligación, es el mejor ejercicio que hay. Leo más que otros años y, aunque me he hallado más tenso, he aprendido cientos de cosas que me han causado gran placer y terribles dudas.

Sigo, desde noviembre, con el proyecto de Satanás Opina (a su página oficial, satanasopina.com ,puede acceder haciendo clic en cualquier parte de esta frase). Me gusta porque me ha forzado a escribir seguido sobre horror y terror, temas que son de mi sumo agrado. La venta de camisetas ha comenzado lenta pero es entretenido mantenerme, también, ocupado realizando varios diseños para las playeras y para las imágenes de los cuentos que, en su mayoría, escribo yo para el sitio virtual. Quisiera subir, al menos, uno diario pero las obligaciones laborales, botánicas, biológicas con las mascotas y un intestino sumamente estresado me dejan muy poco tiempo para realizar actividades de ocio o interés personal.

Me preocupo demasiado:

Mi casa está habitada por un gran loro (Concho), una periquita australiana perteneciente al movimiento LGBT, dos ratas Long Evans, una perrita salchicha miniatura de casi cinco tiernos meses de edad, un abuelo llamado Isshat que se encuentra desempleado desde diciembre del año pasado, decenas de plantas que demandan agua y atención y, a modo de visitas ocasionales, un exboxeador desempleado con el esternón dañado (cosa que no le deja realizar muchos movimientos), una tierna diseñadora que también se encuentra desempleada pero intenta hacer algo de dinero vendiendo unas originales artesanías que ella misma arma. Los tres humanos que menciono, se desesperan por no tener dinero y no saber cómo generarlo. Todo eso lo absorbo yo. Ya me eché demasiadas responsabilidades  encima y ya no sé cómo irme desprendiendo de algunas.

La casa está tiradísima. Si bien tener un cachorro salchicha es ya una manda que se ofrece a San Francisco de Asís (santo patrono de los animales y Scouts, supongo que por el tremendo parecido, más que por los lobos…), el desorden reina por todas partes en forma de cajas que se acumulan de material promocional de un funesto laboratorio en el que Isshat laboraba. Junto a la puerta, hay un peligroso bajo eléctrico en su soporte, mimo que espera acechándonos a la hora de entrada o salida para causarnos tropiezos y reír cruelmente de nuestros accidentes, que son rematados por un perro salchicha que se lanza al ataque, latigueando con incesantes lengüetazos que causan alergias cutáneas al momento. Estoy pensando seriamente en incendiar la casa.

Hora de retomar el ejercicio que me ayuda con los brazos y de meditar unos minutos al día. Aunque, creo, que aquello de meditar es un fantasía que no se puede cumplir en un lugar que tiene más ruido y música repetitiva que un mercadillo de fin de semana.


Que Cthulhu se apiade de mi alma.

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