Hace algún tiempo, mi mujer y yo decidimos obtener la tarjeta de
crédito BANAMEX- BEST BUY por las promociones ofrecidas. Vamos, ella y yo somos
amantes de la tecnología y esta tarjeta suponía una ventaja al comprar en BEST
BUY y la obtención de puntos sería mayor para cambiarlos, eventualmente, por
otros artículos en la tienda de tecnología.
Llegamos a la sucursal de BEST BUY más cercana a nosotros y, como
siempre, el personal encargado nos atendió de una manera extremadamente amable y paciente. Hicimos todo el papeleo y en poco tiempo ya estábamos en la calle.
A los pocos días, nos encontrábamos en casa
cuando la tarjeta llegó. Víctimas del capitalismo (lo amo) comenzamos a
realizar compras pero sin “masticar más de lo que se puede tragar”. Nunca hemos
hecho gastos que no podamos cubrir y es hasta ese momento cuando uno se da
cuenta de la llegada de la madurez.
Hacia finales del año pasado perdí mi cartera en Coyoacán y llamé
inmediatamente a la línea de BEST BUY para hacer el reporte por extravío. De
nuevo, el personal de BEST BUY me ayudó durante todo el procedimiento. –No se
preocupe, señor Menéndez, no se realizó
ningún cargo con su tarjeta.- enunció por teléfono amablemente el ejecutivo de
voz grave y en buen español (a diferencia de la mayoría de los ejecutivos de
otros bancos porque son sudamericanos y uno no comprende ciertos acentos o
porque no tienen ni la primaria terminada) , devolviéndome el alma al cuerpo.
Tiempo después, mi tarjeta no llegaba y cuando hablaba a BANAMEX
sólo me decían cosas como “Su plástico
está en tránsito, señor. Espere un poco más”. Si asistía a una sucursal me
mandaban a hacer todo por teléfono, deslindándose de cualquier responsabilidad con
un cliente (no me pasa en BEST BUY ni en otros bancos). Bueno, pues si hay que
esperar se espera y ya. Pasaron los meses y la tarjeta nunca llegó, así como
tampoco llegó el sobre con el NIP (normalmente lo mandan por separado y con
algunos días de retraso supuestamente por seguridad).
Muchos meses después, en los cuales utilizamos
sólo el plástico adicional, tuvimos que pedir un estado de cuenta directamente
en una sucursal porque, misteriosamente, no llegó el estado de cuenta normal a
casa. El estado de cuenta presentaba una serie de cargos muy fuertes y
desconocidos para mi mujer y para mí. Llamamos para hacer la reclamación por
gastos no reconocidos y, luego de contar la historia a más de diez personas (sin
incluir voces robóticas), por fin entró la investigación. Uno es decente y no
comete fraudes, por lo tanto, espera que todo se soluciones rápidamente.
A casi un mes de la primera reclamación, me mandaron un correo
electrónico que sólo decía que la tarjeta sí fue recibida y que no contaba con
reporte de ROBO o EXTRAVÍO de la siguiente manera "El cargo fue
realizado con la Tarjeta que se entregó en su domicilio, el cual no presenta
reporte de robo o extravió(SIC)".
Yo no soy imbécil, si es lo que piensan los señores de BANAMEX, y contesté: “No se hizo el reporte que mencionan porque,
de haberla tenido y perdido, la hubiera reportado por extravío pero
no la tuve, por lo tanto, no la perdí. Y para el segundo caso es lo mismo; de
haberla tenido y de haber sido robado o asaltado, la hubiera reportado por robo pero no la tuve, por lo tanto no me la robaron. La tarjeta
nunca llegó y ustedes sólo me pedían paciencia. Procedí a hacer la aclaración
que inició la averiguación de toda esta situación, justo después de consultar
el estado de cuenta solicitado en una de sus sucursales.” Como puede
apreciarse, soy fiel partidario de la lógica y con mejor ortografía que el
personal de BANAMEX… ¿Será porque suelo
leer mucho o pienso antes de escribir?
Desde la primera ocasión, he insistido con el fin de revisar los
báucheres, uno a uno, para identificar las firmas. Obviamente los encargados de
la investigación (ojalá no hayan contratado a los peleles de la PGR encargados
de encontrar a los 43 normalistas… aunque parecen haber salido del mismo centro
de reclusión para retrasados mentales) han hecho caso omiso de mi solicitud y
ofrecimiento porque ALGUIEN tiene que pagar. Estoy de acuerdo, QUE PAGUE QUIEN
DEBE (No soy yo quien debe, yo sólo soy un afectado).
En fin, me comunicaron vía mensaje de texto que
la investigación se volvió a iniciar. “Menos mal” dice uno tranquilo o “Ya no
tendré que ir a la CONDUSEF, confío en la lógica y las pruebas.”
Casi otro mes más tarde, llega el nuevo estado de
cuenta con los cargos presentes… otra vez. Y también un sobrecito con el recibo
de la tarjeta escaneado en donde aparece una tal Maria Garcia L(SIC) como la
persona que recibió la tarjeta. No conozco a ninguna persona con ese nombre y
desconozco el motivo por el cual el repartidor no anotó el apellido de esa
persona. Normal e inteligentemente, cada vez que alguien recibe algo, se le
solicitan los datos completos… sí, como los APELLIDOS y esas cosas pendejas*.
Quizá no hagan pruebas para los repartidores y sólo les pidan saber manejar y
medio saber leer y escribir. Señores de BANDAMAX… perdón, BANAMEX, explíquenles
a sus repartidores la importancia de la información personal. Así, a primera
vista, puedo deducir dos cosas: 1) La persona que recibió la tarjeta ya sabe lo
que hay que hacer (es una criminal) y el repartidor es oligofrénico 2) El mismo
repartidor se quedó la tarjeta, luego el sobre con el NIP y finalmente el
estado de cuenta que no llegó porque él sabía cuándo entrarían los cargos
realizados fraudulentamente. Y es muy fácil, los cargos desconocidos se
realizaron el centros comerciales y tiendas que yo jamás he pisado (algunos no
sé ni en dónde están) por mi agorafobia o porque no son sitios de mi agrado.
Por lo tanto, muéstrenme las grabaciones de esos lugares (no sólo la tienda, el
centro comercial en general)… si aparezco en una sola les pago todo. Y la otra,
a la que no han querido recurrir, es aún más sencilla: muéstrenme los báucheres
y con gusto pago todos los que contengan mi firma. Por si fuera poco, en el
recibo aparece el número de de registro de su IFE o INE. ¿BANAMEX no puede
iniciar un procedimiento legal con eso? Si el número es falso, es porque el
repartidor lo inventó… porque tiene que copiarlo de la credencial ¿cierto?
Ahora, si en alguno de esos báucheres apareciera mi firma, tomaré
la punta de metal de un compás y tallaré en un lado de mi pene “¡Quién lo
hubiera dicho! ¡Tengo alzheimer o debo
drogarme tanto que ni siquiera me doy cuenta de los lugares que frecuento y los
gastos que realizo!” a modo de recordatorio perpetuo. (Me atrevo a hablar sobre
la imaginaria profanación de mi hermoso falo porque estoy seguro de no tener
alzheimer y las drogas no van conmigo ni yo con ellas)
He ofrecido, también, ayudarles en su investigación aportando
elementos de los cuales carece su área de expertos. Elementos tales como la inteligencia,
lógica y sentido común. He prometido apersonarme con ellos para presentar las
denuncias correspondientes con la autoridad pertinente. Vamos, les he pedido
que me llamen si tienen cualquier duda.
Es deprimente ver este tipo de comportamientos en una institución
bancaria pero es un bonito punto para el ego el saber que soy más capaz e
inteligente (y seguramente guapo… es mi blog y digo lo que yo quiera) que todo
el personal de investigación de BANAMEX.
En el siguiente capítulo…
¿Será BANAMEX honesto? ¿Le darán más material a Manny para ejercer
el bullying telefónico mientras descarga su furia con los telefonistas de la patética
institución bancaria? No se lo pierda en otra entrada más del blog de Mannythulu.
Prueba 1: ¿Y el apellido, apá? |
Prueba 2: número de registro de votante. |
*Pendejadas se refiere exclusivamente a la importancia que, al parecer, da
BANAMEX a los datos personales.
Putos! Tienes mi apoyo, no hay que dejarse de estas lacras.
ResponderEliminarPor cierto te ves medio setentero en la foto.
Como siempre los bancos "creen" que tienen la razón y buscan quien se las paga. Es necesario que vayas a la Conducef, no sirve para nada pero te quedas con un documento oficial donde dice que si hiciste la reclamación y entonces es problema del banco.
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