Cuenta la leyenda (urbana) que en fechas decembrinas, siendo
más exactos hacia navidad y año nuevo, el número de suicidios aumenta
comparativamente con el de otras fechas o el resto del año.
La leyenda es falsa. Si bien son épocas pesadas para
personas solitarias o que viven lejos de su familia, nada indica que los
suicidios aumenten.
Esta leyenda ha estado presente, y lo que le falta, durante
mucho tiempo. La situación de pena o depresión que viven millones de personas
en el mundo comparada con la innegable natural alegría de los que son poseídos
por los demonios de la navidad, valga la expresión, parece ser una buena razón
para suicidarse. No lo es.
Los niños que no reciben regalos el día del niño deberían de
suicidarse. Nunca me dieron regalo por el día del niño. No hice nada por ser
niño. Cuando me iba muy bien en la escuela sí que me tocaba algo. ¿Se
suicidarán más madres en su día? Claro que hablo de las desgraciadas a las que
sus méndigos hijos no visitan ni llaman. ¿Las mujeres que no felicité el día de
la mujer se suicidaron?
Mátese quien se mate, toda la alegría navideña, los colores,
los villancicos, el frío y demás horrores que, menos mal, sólo tenemos que
aguantar una vez al año, como el consumismo, no son realmente razones para los
suicidios.
En 1985 la Clínica Mayo hizo un estudio en el que demostró
que los suicidios no aumentan en Navidad, Año nuevo ni en otras festividades.
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