lunes, 6 de mayo de 2019

Pasón de Cristo (parte dos)

No importa la calidad de la historia ni tampoco cuenta la ocasión.

Jugadores desganados, incultos y otro empeñado, por más de cuarenta minutos, en tocar los pezones de otro jugador, pueden provocar un desinterés espontáneo (y no tanto) en jugar más con esa mesa.

Normalmente no llevo en juego, lo hace mi hermano. A él también lo interrumpen con temas variados:

El amigo machista, obviado por todos en cuanto comienza a hablar de mujeres.

El amigo obeso, necesitado se las llaves para abrir, en múltiples ocasiones, la pueta y recibir kilos y kilos de comida en empaquesde unice y plástico, en su mayoría (¡Cómo contaminan los gordos!). Todo el tiempo, cuando no traga, está frente a su tableta viendo memes o lo siguiente qie va a pedir.

El amigo tramposo y jodón quien, por su cuenta, se aisla y luego culpa al mundo. Es pesado para jugar, pues, siempre quiere jacerlo todo y usar al resto de los jugadores para beneficio propio.

El amigo del amigo tramposo y jodón que habla a gritos y todo lo sesea. Empieza a hablar de "loz pokemonez" como si yo fuera fanático de la serie. De hecho, me aburren las series animadas japonesas. Sin notarlo, no para de hacer referencias a Los Simpsons... no tiene comedia propia, no hay ingenio, solo hay repetición... la SEP puede descansar orgullosa.

El amigo joven, ese con la edad necesaria para ser tu hijo biologico, es escandaloso y presuntuoso... o, quizás, una adolescencia tardía le obliga a comportarse así.

El amigo amargado, su presencia suele ser más ocasional pero existe, es mayor al resto de mis amigos y, sin embargo, se lleva con mi hermano y los otros jovencitos y es ersonalidad maldita


Menos mal hay otra, la de los jueves. Todo tienes sus pegas, claro. Es una mesa novata. La ventaja viene por parte de tres de los cuatro recién iniciados; son actores y se meten en su papel.

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